Pincha aquí para ver las fotos al ritmo que marca el montaje en vídeo.
El trabajo de Dimmock se centra en tres personas. Observa como los jóvenes del noveno piso caen en la desesperación para, a continuación, reflexionar sobre sus decisiones. Al final, nos quedamos con el poder aniquilador de la droga y con una pregunta: ¿Qué hace falta para dejar la droga? Según estimaciones de organizaciones contra la droga en Estados Unidos hay seiscientos mil adictos a la heroína.
Fuimos a ver la exposición con la guardia baja. No estabamos preparados para ver aquello en un ambiente artístico. La brutalidad del drama de la droga y la violencia que engendra retratados en primeros planos... y, sin embargo, tan magistralmente fotografiado...
Uno se siente un snob y molesto consigo mismo. Se siente culpable al advertir la total ausencia de simetría en la relación que se ha establecido. Nosotros paseamos entre las paredes de una sala de exposiciones admirando las fotos colgadas. Mientras ellos y su desgracia han servido de motivo a esas fotos admirables. Es un trabajo que llega directo a la retina y a las tripas. El montaje es magnífico, una experiencia complementaria a la que proporciona la exposición. Pero, prepárate, porque hay que tener ¡tragaderas!
Jessica Dimmock publicó por primera vez este trabajo el 11 de diciembre 2007.