Motivado por la crisis, el colectivo Nophoto ha documentado la evolución del verano más desalentador. Los fotorreporteros españoles atraviesan quizá la mayor crisis de su historia. Al desplome del sistema financiero se suma, en su caso, la devaluación que sufrió su trabajo a partir de la revolución digital, tanto por el salto de la fotografía analógica a la digital que propició la irrupción de miles de fotógrafos profesionalizados de pronto por la facilidad de los procesos técnicos con los nuevos soportes, como por el avance de los medios on-line en detrimento del papel.
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| Tótem, Guadalajara, de Jonás Bel. |
Antes se los valoraba por su saber técnico pero esta percepción ya no es la que era. Y con el trabajo, también su cotización ha caído en el mercado. Hoy hay demasiada oferta para, en comparación, tan poca demanda. Así, tras los recortes anunciados por el Gobierno, el colectivo español de fotógrafos Nophoto, integrado por destacados fotorreporteros que firman en medios de todo el mundo, decidió documentar el verano «más inhóspito y desalentador de nuestra historia reciente». «Acaso, por si ya no hubiera otro, por si desaparece de nuestras vidas el verano como tal».
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| Cada vez es más difícil ver el horizonte, de Carlos Luján. |
El blog del colectivo puede seguirse en: http://elultimoverano.nophoto.org, y tan interesantes como las fotos son las reflexiones que las acompañan, narradas desde la inquietud que no es, ni mucho menos, exclusiva de quienes se ganan la vida con una cámara.
E. F.
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